La traducción de páginas web es sin duda un tema algo complejo, no porque sea difícil en sí, sino por la gran cantidad de cuestiones que hay que tener en cuenta.
Para empezar, intentar traducir una página web sin tener un programa específico que extraiga el texto entre etiquetas, puede convertirse en una auténtica locura: habría que meterse en el código HTML, detectar los segmentos que han de traducirse y ponerse a escribir. Esto por un lado puede llegar a ser muy pesado, ya que los editores simples no ofrecen las mejores funciones de visualización. Por otro lado, además, corremos el riesgo de borrar etiquetas o modificar argumentos o parámetros que pueden cambiar el resultado final.
Traducir una página web con una herramienta TAO o de localización no sólo nos facilita el trabajo al extraer el texto traducible, sino que nos permite guardar nuestra traducción en una memoria, gestionar terminología, gestionar clientes, contar las palabras exactas (las del texto que se ha de traducir y no las etiquetas) para presupuestos y facturas etc.
En fin, iré comentando poco a poco algunos aspectos específicos de la traducción de páginas web. Por ahora os dejo con este vídeo creado por la UEM que me ha parecido interesante de cómo traducir una página web con Déjà Vu X (DVX), de la empresa Atril.