Oct
15
Filed Under (HTML, Internet, Páginas web) by Laura on 15-10-2008

El sitio web es una herramienta fundamental para los traductores que trabajan como autónomos, ya que constituye un escaparate inmejorable tanto para establecer contacto con nuevos clientes (tanto nacionales como extranjeros) y otros compañeros de profesión, como para conseguir nuevos encargos de trabajo.

Si nuestra página va ser de tipo comercial, es importante incluir información sobre nuestros servicios, tarifas, trabajos realizados etc. Podemos incluir también algún apartado más personal como enlaces a diversos recursos.

Para poder tener nuestro propio sitio web tendremos que seguir tres pasos fundamentales:

  1. Registrar un nombre de dominio propio
  2. Contratar un servicio de alojamiento web (hosting)
  3. Diseñar nuestra página

Registrar un nombre de dominio propio

El nombre de dominio no es más que el URL mediante el cual los internautas acceden a nuestra página. Por ello lo mejor es que sea claro, simple y directo, de forma que los usuarios puedan recordarlo y lo asocien con el contenido ofrecido en el sitio al que hace referencia. Lo recomendable es que el dominio sea .com (para páginas comerciales) o .es, .mx, .ar etc. dependiendo de dónde tengamos ubicado nuestra empresa o si es una página de carácter más personal. La contratación de un dominio puede oscilar los 10 euros/15 dólares anuales.

Contratar un servicio de alojamiento

Aunque existen algunos gratuitos (que insertan mucha publicidad), lo mejor es contratar un servicio de alojamiento de pago, que nos garantice el acceso continuo a nuestra página, las 24 h. del día desde todo el mundo. Normalmente cuando contratamos una conexión con nuestro ISP tenemos un espacio reservado para nuestro sitio web. La desventaja es que el nombre de dominio de este sitio será segundo o tercer nivel (p.e. http://www.nombredelisp.com/paginaspersonales/laura) y ni de primer nivel (http://www.laura.com). Esto podemos resolverlo bien a través del panel de control del DNS bien redireccionando la página.

Diseñar el sitio y crear las páginas web
En primer lugar tendremos que diseñar el sitio en cuanto a la estructura y la apariencia: cuántas páginas va a tener, cuáles van estar enlazadas con cuáles, qué tipo de letra, colores, gráficos etc. vamos a utilizar… Estos aspectos son importantes porque una imagen consistente hablará bien de nosotros.
Por último, habrá que crear la página, bien con programas de edición de páginas web (p.e. Dreamwever), bien directamente en HTML… Como esta semana estamos aprendiendo los rudimentos de este lenguaje, os dejo aquí un completo tutorial en video de cómo hacer una página web. También os recomiendo el curso de Aulaclic.

Os dejo aquí un completo tutorial creado por Miguel Velásquez, en el que se nos explica paso a paso cómo crear un documento en html:








Sep
23
Filed Under (Internet) by Laura on 23-09-2008

Y cuándo termine la carrera, ¿qué?

Esta es la pregunta que muchos egresados en Traducción e Interpretación se hacen. Hay numerosas posibilidades de entrar en el mercado de la traducción, a saber:

  1. Traductor en plantilla en una organización internacional
  2. Traductor en plantilla algún departamento específico dentro de una gran empresa
  3. Traductor en plantilla en una empresa de servicios de traducción y localización
  4. Traductor autónomo para clientes directos o agencias o empresas de traducción.

Cada vez más es esta última opción la que se va imponiendo, debido a que tanto las organizaciones como las empresas cuyo núcleo no es la traducción tienden cada vez más a la externalización de servicios. Es ahí donde surge la posibilidad del teletrabajo y la teletraducción.

Ésta puede tener ventajas y desventajas. Entre las desventajas podríamos citar que el traductor pasa mucho tiempo solo delante del ordenador, que además de su trabajo en sí tiene que solventar gran cantidad de trámites (facturación, pago de seguridad social, contacto con clientes) y que cuesta algún tiempo llegar a tener una buena cartera de clientes, es necesario tener mucha disciplina para tener unos horarios de trabajo fijos y no olvidarse de que también se tiene derecho a vacaciones…

Sin embargo, una vez se supera una primera fase de adaptación a la profesión, la condición de autónomo puede tener numerosas ventajas: no es necesario estar solo. Los autónomos pueden unirse a otros autónomos y formar grupos de trabajo que compartan un mismo lugar. Tienen además mucha flexibilidad de horarios y pueden realizar trabajos muy variados (traducción, sí, pero también gestión terminológica, interpretaciones, correcciones, asesoría lingüística…). Es más fácil compatibilizar trabajo y familia y, si se logra ser disciplinado y tener un horario de trabajo más o menos fijo, pueden hacerse muchas cosas fuera del horario laboral.

Normalmente, íntimamente ligado con la condición de autónoma viene el teletrabajo. Si se quiere triunfar en este tipo de profesión, será imprescindible tener una completa estación de trabajo que incluya un ordenador con software lo más actual posible y con los programas que puedan requerir los clientes, una buena conexión a Internet para captar clientes p.e. a través de una página web, ponernos en contacto con ellos, enviar y recibir traducciones etc. Esta posibilidad del teletrabajo, además de darnos mucha libertad, nos da una ventaja fundamental: PODER OFRECER NUESTROS SERVICIOS A TODO EL MUNDO y conseguir tarifas más altas en países donde se pagan mejor nuestros servicios. No está mal el aliciente, ¿verdad? :-)

Os dejo aquí para terminar una entrevista que realizaron a dos traductoras autónomas en Uruguay: